lunes, 28 de mayo de 2007

Técnicas de relajación: Cómo empezar

En algún momento de nuestra vida hemos aplicado técnicas de relajación de una forma totalmente intuitiva, sin saber bien porque lo hacíamos. Esta es la prueba de que estas dos técnicas no son nada nuevo, pero que hoy en día se han redescubierto gracias a la gran velocidad que esta cogiendo la vida en nuestra sociedad

La meditación es muy sencilla, simplemente se trata de fijarse en algún punto en concreto, centrar la mente para que no divague en conversaciones infinitas. El gran error es pensar que meditar es sinónimo de no pensar en nada. Esto es lo que se consigue después de mucho tiempo de práctica, pero solamente hace falta que alguien se proponga no pensar en nada para que la mente no para quieta, pasando de un tema a otro a velocidad de vértigo.

El paso básico para comenzar a practicar la meditación es observar nuestro propio cuerpo, empezando por la respiración. La respiración es una de les actividades involuntarias más importantes que nuestro cuerpo hace durante las 24 horas del día, los 365 días del año. Es bien sabido que sin comer nada, el ser humano puede aguantar perfectamente una media de 40 días. A partir de ese punto las reservas del cuerpo empiezan a escasear y esto provoca diferentes deficiencias a todos los niveles. Sin beber agua y sin ingerir nada solo podríamos aguantar 4 días, el tiempo que tarda nuestro cuerpo a reaprovechar todas las substancias almacenadas para casos de urgencia. Pero sin respirar, podemos aguantar? Hay gente con más capacidad que otros, pero sin proporcionar oxígeno a nuestras células solo podríamos aguantar unos minutos. El aire es la cosa más importante que necesitamos para vivir i fijaros como lo maltratamos!

Ahora que hemos tomado conciencia de la importancia de la respiración, el siguiente paso es observar como respiramos normalmente. Solamente necesitamos un lugar tranquilo y sin distracciones ni ruidos y, simplemente, observarnos…. Podemos ver si respiramos llenando los pulmones completamente o solamente una parte muy pequeña. Podemos ver si nuestra barriga se hincha o si lo hace nuestro pecho. Cada persona tiene su peculiar forma de respirar, pero solo existe una forma válida, o mejor dicho: sana:

La mejor forma de respirar es haciendo la respiración completa, en tres fases: hinchando el vientre, los costados y el pecho. Esta es una respiración profunda que hace posible el intercambio de oxigeno a nivel de los alvéolos y que oxigena todas las células del cuerpo.

Es sorprendente sentir un ligero mareo cuando empiezas a practicar esta respiración durante cinco o diez minutos, esto es una prueba clarísima de la mala oxigenación de nuestro cuerpo normalmente.

Lo más importante es sentarse con la espalda bien recta, controlando que la pelvis no caiga ni demasiado delante ni demasiado atrás (puedes sentarte en una silla o en el suelo con las piernas cruzadas) y empezar a realizar la respiración abdominal: al inspirar se hincha la barriga como un globo y al espirar se deshincha. Una vez se coge el ritmo, añadiremos el siguiente paso: en la inspiración se hincha la barriga y se expanden las costillas hacia los lados y al espirar se deshinchan las costillas y la barriga casi de una forma simultánea. Una vez dominado la siguiente inspiración pasará por la barriga, los costados y el pecho y al espirar el aire saldrá de una forma natural. Eso si, el vientre siempre es lo último en deshincharse.

Puede parecer una técnica muy sencilla, y en realidad lo es porque de pequeños respirábamos de esta forma. Pero se necesita un poco de práctica, sobretodo si tenemos malos hábitos respiratorios. La pregunta que se nos viene a la cabeza es: Por qué es tan importante esta forma de respirar? Pues porque en la parte inferior de los pulmones es donde los alvéolos realizan la mayor parte del intercambio de oxigeno y si no hacemos llegar aire hasta esa zona inferior el intercambio no se hace en condiciones. Es por eso que a menudo suspiramos, porque es la forma que tiene el cuerpo para hacer llegar aire a todos los rincones de los pulmones. Tenemos suerte de que el nuestro organismo cuide de nosotros!

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Susana Cebrián
Terapeuta de terapias vibracionales
www.espaialana.com